¿Te han dicho tus amigos/as o miembros de tu familia que deberías reducir el consumo de cannabis o de otra sustancia?
¿Has intentado reducir o dejar los porros, el alcohol o el tabaco alguna vez sin conseguirlo?
¿Has tenido problemas (peleas, accidentes, malos resultados en los estudios…) por el consumo de alguna sustancia?
¿Has consumido antes del mediodía, diariamente, estando solo/a? ¿Notas que tienes menos memoria que antes?
Si has respondido ‘sí’ a la mayor parte de las preguntas anteriores, es importante que pidas ayuda para trabajar tu relación con esa/s sustancia/s.
Una persona sufre una adicción a una o varias sustancias cuando:
- Aparecen problemas sociales, relacionales, físicos y/o psicológicos relacionados con este consumo.
- Tiene síndrome de abstinencia si no la consume.
- Cada vez necesita cantidades mayores de la sustancia para obtener la misma sensación (o lo contrario, con pequeñas dosis ya se siente ‘colocado/a’ -tolerancia inversa-).
- Ha intentado dejar de consumir en varias ocasiones, sin éxito.
- Emplea mucho tiempo pensando y planificando el consumo.
- Deja de hacer otras actividades por estar consumiendo la sustancia.
El/la adolescente que se inicia en el consumo de sustancias no es consciente de los riesgos que conlleva.
Los/as jóvenes se inician en el consumo de sustancias por diferentes motivos: para sentirse aceptado/a por el grupo, para dar una determinada imagen, para abstraerse de los problemas diarios, porque no encuentra otra forma de expresar que tienen dificultades, para retar a sus figuras de autoridad o para canalizar las emociones que siente de forma intensa y desbordada, como la tristeza, la angustia, el vacío o el aburrimiento…
Nadie nace aprendiendo a consumir. Esto requiere un aprendizaje, en el que la persona va pasando por distintas etapas y fases.
Intervenir a tiempo, antes de que los efectos del consumo afecten a los diferentes contextos de su vida, es fundamental.
El consumo de sustancias puede tener graves consecuencias para la persona, su familia y entorno. Prevenir y trabajar la adicción a tiempo es clave.
En Luga, la solución no pasa solo por conseguir la abstinencia frente a la sustancia. Es necesaria una mejoría integral de la persona, tanto en su dimensión personal como en la relacional.
Acompañamos al/la joven y a su familia en estos momentos complicados, tanto en casos de consumo de sustancias legales (alcohol, tabaco, medicamentos, cafeína...) como ilegales (cannabis, cocaína, éxtasis…)