Crecí en un pueblecito de Cantabria, en un entorno muy familiar y acogedor, lo que despertó en mí una parte cercana y cariñosa que siempre me ha acompañado.

Desde que tengo uso de razón he estudiado música y baile y siguen siendo pilares en mi vida. Así como la naturaleza, la poesía, los viajes y la familia; los cuales intento exprimir con curiosidad y apertura. Por eso suelen decir que soy una persona curiosa, sensible y espontánea, empática y muy emocional.

Siendo bien pequeñita me empezó a llamar la atención la psicología, así que, cuando llegó el momento me mudé a Madrid a estudiar la carrera en la UCM, lo que continuó con un máster en Sexología Clínica y Terapia de Pareja y otro máster en Psicología General Sanitaria.

Durante esos años aproveché oportunidades de voluntariado, formaciones, colaboraciones; y gané mucha experiencia en la creación y desarrollo de proyectos educativos, sobre todo en relación con la educación emocional, la educación sexual y de relaciones abusivas, el mindfulness, la autoestima y el autoconcepto.

También en Madrid comencé como psicoterapeuta realizando terapia online como parte del equipo de Red Integra Psicólogos. En los años posteriores, ya en Cantabria, me alejé de la práctica clínica para seguir realizando talleres y cursos con diversas entidades, y tuve la suerte de trabajar en el Centro Socioeducativo Juvenil del Gobierno de Cantabria. Conjugaba la educación y divulgación con el trabajo con adolescentes, lo que me apasiona, pero echaba en falta la atención psicoterapéutica, así que aposté por volver a ello.

Durante todo el camino he continuado formándome, lo que ha forjado mi enfoque integrador que me permite conciliar mis pasiones y pilares y aprovechar lo que cada parte puede aportar para enriquecer el trabajo que realizo con mis pacientes.